Una vibración de mi interior.
Un color de mi energía.
Un movimiento de relativo amor.
No encajas, no eres una pieza más del puzzle.
Eres esa pieza con forma extraña, que cuesta reconocer como propia, que cuesta visualizar encajada.
Extrañas formas te anuncian, hendiduras y aristas imposibles.
Imposibles al menos para mi, en este momento.
Ha venido por algo, pero tu mensaje esta encriptado en sensaciones que ahogan el brillante amarillo de mi estómago.
Para hacerte ver has debilitado el verde mi corazón.
Yo hago esfuerzos por comprender tu lenguaje, pero somos dos desconocidos, dos seres en diferente dimensión.
Yo en la dimensión del amor, tu en la dimensión de lo oscuro, de lo que no se ve, de lo que se siente en explosiones.
Tu onda expansiva me debilita, pero me rodeo de amor que consigue que se volatilice y quede en un suspiro ahogado.
No puedo pasarme a tu lado oscuro, me quedaré en el mío, en el que estoy protegida.
Desde aquí leeré tus gritos sin voz, tu sensación de ahogo. Porque es tuya, no mía, aunque me lo coloques como propio para ayudarme a comprender tu mensaje.
Gracias por venir, sacudida eléctrica, torbellino de cambio.
Voy a comprenderte, aprender de tu mensaje, y dejarte marchar.
Me has elegido, y te acojo en mi.
Disfruta tu hueco, porque durará poco tiempo. El tiempo que tarde en encontrar la llave de tu liberación.
Mi liberación.
Tic, tac, tic tac....ahoga, eh?
Es el tiempo que te queda, prepara las maletas.
