Silencio lleno de remolinos, viento que cambia de dirección, ese es el silencio que tengo dentro ahora.
Ojala lo hiciese palabras y poder gritarlas al viento, y poder susurrármelas a mi misma, para que no duelan tanto como los gritos de realidad.
Tomar decisiones, desde lo pequeño hasta lo grande, pero caminar en una dirección. Algo a lo que no me decido desde hace mucho tiempo.
Será el miedo al dolor?
Será el miedo a equivocarme?
Desde luego, miedo es, lo reconozco.
Buscaré mis silencios para llenarles de palabras, aunque no suenen para afuera, pero si dentro de mi, y juntas caminemos, las palabras y yo, los actos.
Comenzar a caminar, soñando...con la realidad
