Te miro y se mezclan los sentimientos, la alegría y las más grande de las tristezas se dan la mano para acompañarte. Han llegado las dos a un curioso entendimiento.
Un dia se vieron enfrentadas, y se acordaron de una frase que muchas veces salió de tu boca, "es lo que hay", y aceptaron su nueva situación, irían juntas de la mano, hasta que alegría tome su propio camino.
Aceptación ha sido quizá la palabra que ha dominado tu vida. Cada día y en cada nueva situación has sabido combinarlo con otras como lucha, valentía, ingenio, calma, y otras muchas que han hecho posible este momento.
Este momento es el final, donde se siente el cariño que la anterior combinación de palabras te devuelve. Donde se ve el lugar en el corazón de cada uno de nosotros, en algunos te has hecho con casi todo el corazón, pero es muy justo, te lo mereces. Ojala pudieses usar el mio, y todo mi cuerpo...
Toda la vida acertando, haciendo la vida sencilla, ayudando...nunca entenderé por que esta enfermedad te eligió a ti.
Estas con nosotros, puedo acariciarte, besarte, verte respirar y pestañear, puedo darte crema en los codos, y abrirte el zumo, puedo hacerte reír y abrazarte cuando se que lloras por dentro, puedo ver como te mueves, mirar la máquina la que estas enchufado como si entendiese y tranquilizarte con un "todo va bien", puedo acompañarte al baño, puedo ser feliz cuando me dices que no me marche, puedo ofrecerte un chupito cada vez que voy a por cafe, puedo subir y bajar la persiana para ti, puedo contarte cosas que no importan, pero que nos hacen distraernos...
También puedo llorar cuando llego a casa, porque me quedaría repitiendo estas cosas una vida entera si se que lo hago para ti. Y no va a ser posible.
Te quiero tanto
