Has cambiado los complementos.
Quizá estos no los hubieses elegido nunca. Pero es lo que nos queda ahora.
Flores. Y flores de ese color que ahora significa muerte, que tanto esta dejando de gustarme.
Pero no esta solo. Desde india vino para ti el color de la vida, el verde de los campos por los que te encantaba pasear.
El mismo que hace crecer la hierba, la base de las flores, de los tomates que con tanto amor cuidabas.
Rodeando el verde esta el dorado, el de los rayos de sol, el sol que siempre salió de tus ojos y hacia cálidos mis días.
Espero que me sientas abrazándote.
Ya esta conseguido, aunque queda perfeccionarlo, te has quedado dentro de mi.
A veces me descoloco, me olvido de la inmensa paciencia, me olvido de la calma y el respeto, sobre todo cuando el pequeño demonio de la intolerancia se mete en mis ojos y manda mensajes borros que se asientan en mi cerebro lloroso.
Lucharé por ser como tu (guerrero del silencio), y a la vez como yo (guierrera sin armas, la cobarde del pelotón).
Seguirás siendo el espejo en que me miro cada noche, frente al que reviso el día.
Seguirás siento mi corazón, mis ojos y mi vida entera.
Te hecho de menos en tantos momentos...ahora creo que eras aun más importante de lo que pensaba.
Mi corazón me ha jugado malas pasadas, te he visto en muchos lugares. Para después devolverme a la realidad y colocarte en el lugar en que habitas, mi corazón.
Entonces dejan de ser juegos macabros y se convierten en recuerdos llenos de amor.
Porque no estás en el mármol, no estas en las flores, y ni si quiera en el verde y dorado deseo.
Estas en mi, estoy en ti, estamos juntos.
Espero que estés tranquilo, satisfecho, perdonando mis errores, enseñándome a ser buena persona.
Te quiero más cada día
