Compartiendo la energía solar

Porque los rayos pueden ser colores, en blanco y negro, fuertes, débiles, quemadores, bronceadores...pero siempre con energía. Toda energía puede ser alimento, y eso quiero compartir, alimento para el corazón, para todos los corazones que pasan hambre, sed o estan saciados. Para todos, calor de soles!

4 de enero de 2013

En versos

A un olmo seco:
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Antonio Machado

2 de enero de 2013

El grito

El grito que no existe aun desde el vacío toma fuerza, se estira sigiloso, se contrae de nuevo, prueba diferentes formas, se hace rugoso, saca aristas, pero no esta conforme y vuelve a engullirse a si mismo.
En el útero del dolor puede permitirse esto y más.

Aun no existe, aun no hay nada que sacar, aun esta encerrado entre las paredes de la nada, donde tan cómodo como puede trata de hacerse robusto y fuerte, para así sonar contundente y hacer estremecer a todo lo que necesita moverse, sentir las vibraciones del dolor.

No existe, y, con la tranquilidad que esto le da, va anunciando su llegada, va despertando a los que serán sus vecinos, los que intentarán tapar sus orejas, sus ojos, para no verle y sentirle. Los que tratarán de abrazarle y transformarle en agua salada.

Es un embarazo largo, intenso, pero del que a veces uno no se acuerda y otras veces lo tiene tan presente que parece haber llegado ya a este mundo...a este mio, a este tuyo, a este tuyo, a este que no dejaremos dominar por la bestia que se gesta en el vacio.