El segundo viene de tus manos y tiene fuerza, me recuerda lo importante de tomar decisiones, de tener energía de la de verdad, de la que no se tambalea con mis incesantes dudas.
El tercero es NUESTRO. Bajo los ojos que nos cuidan y nos recuerdan donde estamos, en la tierra, pisando el marmol mojado, deseando juntos.
Las lágrimas se han unido con el mármol mojado, calor con frio, alegría y dolor, tu y yo. Se me escapan los deseos en el agua de mis ojos, pero no son capaces de salir con forma de palabras, me parece demasiado egoista, o quizá sea mi cobardía...
Se me enredan los deseos, y con ellos se me enredan los besos, los abrazos, las caricias. Me enredo en los sentimientos.
