Teatro,
y yo sin saber que formaba parte de la función.
Pensando que era real,
que no existía este perfecto guión.
No se veía el escenario ni los focos,
parecía sencillamente la vida.
Parecían sencillamente sentimientos.
Me abandoné a la ficción,
me creí los efectos especiales,
el cariño y hasta el amor.
Se apagan las luces,
el maquillaje se diluye,
la realidad es la misma que conocí,
la que sentí y que dolía, y cuanto!
La que te empeñaste en tapar.
No volveré a comprar entradas para tu espectáculo.
Aunque de buena calidad no quiero volver a sentir tan sombría historia.
Espero que abandones tu carrera artística,
y que comiences el camino real.
Ya no lo veré,
quiero estar lejos,
en mi realidad.
Ya no hay espacio para ti.